Los llamados a la moderación están aumentando ante la intensificación de los combates alrededor de los hospitales de Gaza, mientras la guerra desencadenada por el mortal ataque de Hamas en Israel el 7 de octubre entra el sábado en su sexta semana.
Continuaron los violentos combates entre tropas israelíes y combatientes de la organización islamista en los alrededores del hospital de Al Shifa en la ciudad de Gaza, el más grande del territorio, informó un corresponsal de la AFP. La ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) también señaló el sábado por la mañana en el interior del establecimiento.
El viernes, Hamás informó de 13 muertos en un ataque a este complejo donde los civiles intentaban refugiarse, al igual que en otros hospitales del territorio. Citado por MSF, un enfermero del establecimiento, Maher Sharif, describió una “escena de terror”. "Vi cadáveres, incluidos mujeres y niños", dijo.
Ante el Consejo de Seguridad de la ONU, el jefe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, renovó el viernes sus llamamientos a un alto el fuego, subrayando que el sistema sanitario de la franja de Gaza está "de rodillas". "La situación sobre el terreno es imposible de describir: pasillos de hospitales abarrotados de heridos, enfermos y moribundos, morgues desbordadas, consultorios sin anestesia", testificó.
El presidente francés, Emmanuel Macron, “insta a Israel a detener” los bombardeos que matan a civiles, en una entrevista con la BBC. "Estos bebés, estas mujeres, estos ancianos están siendo bombardeados y asesinados". No hay “ninguna justificación” ni “ninguna legitimidad para esto”, afirmó. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, reaccionó subrayando que "la responsabilidad de cualquier daño causado a los civiles recae en Hamás", que según él los utiliza como "escudos humanos" y que inició la guerra el 7 de octubre.
El ministerio pidió el viernes a la comunidad internacional "intervenir inmediatamente para evitar que los hospitales de Gaza sigan siendo atacados" e invitó a "todas las instituciones internacionales" a acudir al hospital de Al Shifa para "protegerlo". "Todos los hospitales de la ciudad de Gaza fueron atacados" el viernes por el ejército israelí, aseguró a la AFP el director del hospital de Al Shifa, Mohammed Abou Salmiya.
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El ejército israelí no ha comentado estas afirmaciones, pero dijo el viernes que “mataría” a los combatientes de Hamás “que disparan desde hospitales” en Gaza. Por la noche afirmó que había eliminado a "unos 150 terroristas". En total, 20 de los 36 hospitales del territorio ya no están operativos, según la agencia de la ONU responsable de la coordinación humanitaria (OCHA), aunque el número de heridos aumenta cada día. El viernes, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, reconoció que “aún queda mucho por hacer” para proteger a los civiles en Gaza.
Bombardeado sin descanso desde hace más de un mes y sometido a un asedio total, el pequeño territorio palestino donde, según la ONU, 1,6 de los 2,4 millones de habitantes han sido desplazados está sumido en una situación humanitaria catastrófica. Cada vez más residentes están decididos a dejar la ciudad de Gaza en ruinas, donde faltan alimentos básicos.
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Israel acordó hacer “descansos” humanitarios diarios para permitir que los civiles huyan al sur del territorio, más protegido, a través de un “corredor”. Según OCHA, todavía lo utilizaban el viernes 30.000 personas a pesar de las "explosiones" que causaron muertes allí. Entre estos refugiados se encontraba Mounir al-Raï, procedente del enorme campo de refugiados de Shati donde, según dijo, “las casas se derrumbaron sobre sus habitantes” bajo el efecto del fuego israelí.
El director de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini, pidió el viernes el fin de la “carnicería” en la Franja de Gaza. “Arrasar barrios enteros no es una respuesta a los atroces crímenes cometidos por Hamás. En cambio, crea una nueva generación de palestinos agraviados que probablemente perpetúen el ciclo de violencia”, afirmó.
