El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, firmó el viernes un decreto para restringir el acceso a las armas de fuego a los civiles, que había sido facilitado por su antecesor, Jair Bolsonaro.
“Seguiremos luchando para que haya menos armas en nuestro país. Sólo la policía y el ejército deben estar bien armados”, declaró Lula durante la presentación en Brasilia de una serie de medidas destinadas a reducir la violencia en Brasil.
El decreto de "control responsable de armas" reduce de cuatro a dos el número de armas autorizadas para la defensa personal, y quien quiera adquirirlas deberá demostrar que realmente las necesita. Los cazadores, tiradores deportivos y coleccionistas, agrupados en una categoría llamada "CAC", ahora solo pueden poseer seis armas de fuego, en comparación con las 30 permitidas por un decreto bajo la presidencia de Jair Bolsonaro (2019-2022). Las autorizaciones de compra de municiones también se restringieron significativamente. El nuevo decreto limita el horario de funcionamiento de los campos de tiro, que ya no podrán ubicarse a menos de un kilómetro de las escuelas.
Estas gradas han experimentado un gran auge en los últimos años, permitiendo la práctica del tiro deportivo adquirir un gran número de armas de forma legal. Según la ONG Instituto Sou da Paz, en julio de 2022 se registraron más de un millón de armas en el registro CAC, casi el triple de las aproximadamente 350.000 registradas en diciembre de 2018, un mes antes del inicio del mandato de Jair Bolsonaro. El decreto firmado por Lula "representa un paso adelante para volver a los estándares de responsabilidad y seguridad jurídica en el control de armas en Brasil", saludó esta ONG en un comunicado de prensa.
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Otro gran cambio previsto en el decreto: el registro de armas de los CAC pasará gradualmente a estar bajo el control de la policía federal, y ya no del ejército. El gobierno de Lula también presentó el viernes un proyecto de ley que prevé penas más duras en casos de violencia en las escuelas. El país se vio afligido por varios ataques en escuelas durante el primer semestre. Según un informe publicado este jueves por la ONG brasileña Foro de Seguridad Pública, en Brasil se han cometido 47.508 homicidios, más de cinco por hora en promedio. Pero esa cifra ha caído de manera sostenida en los últimos años, ya que en 2017 se registró un récord de 64.078 homicidios.
