Le Figaro Marsella
Se trata de una detención que podría haber degenerado gravemente. Este domingo, hacia las 23:30 horas, un equipo de la Brigada Anticrimen (BAC) que patrullaba la localidad de Pennes-Mirabeau se cruzó con un coche sospechoso. Durante los controles, la policía descubrió que efectivamente se trataba de un objeto declarado robado. Según una fuente policial, el vehículo ya había sido visto en varios robos. Su conductor también era objeto de una tarjeta de búsqueda por robo a mano armada.
La policía decidió entonces seguir discretamente el vehículo robado, que empezó a circular por la autopista en dirección a Aix-en-Provence. Fue cuando su conductor se detuvo para repostar en una gasolinera que los agentes decidieron acercarse a él. Luego, el hombre se refugió en el habitáculo de su coche y cerró las puertas con llave. Uno de los policías intentó entonces romper una de las ventanillas del vehículo con la culata de su arma reglamentaria, sin éxito. El sospechoso aprovechó la oportunidad para huir.
Perseguido a toda velocidad por la autopista, el fugitivo corrió todos los riesgos para intentar escapar de la policía. El hombre finalmente perdió el control de su vehículo, chocó contra una acera y destrozó una de sus llantas. Perdido por perdido, se bajó de su coche y corrió para intentar escapar de los agentes del BAC que lo perseguían a pie.
La policía finalmente logró arrestar al sospechoso después de un violento enfrentamiento, utilizando su pistola de impulsos eléctricos para neutralizar al fugitivo que intentaba resistirse a su arresto. Según una fuente policial, el hombre era considerado peligroso, conocido por haber amenazado con una pistola a un empleado del ayuntamiento de Gignac-la-Nerthe durante un robo.
El ladrón fue detenido por actos de “encubrimiento de robo”, “negativa a cumplir”, pero también “poner en peligro a otras personas” y “conducir bajo los efectos de drogas”. El vehículo robado fue incautado para efectos de la investigación.
