El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, discutió el martes 4 de abril los riesgos potenciales de la inteligencia artificial (IA), que se está desarrollando a toda velocidad, durante una reunión con asesores. Cuando los periodistas le preguntaron sobre la peligrosidad de la IA, Joe Biden respondió que “aún está por verse. Podría ser." Esta tecnología podría ayudar a lidiar con “desafíos muy serios, como enfermedades y el cambio climático”, dijo el demócrata a expertos en el Consejo de Ciencia y Tecnología de la Casa Blanca.
Sin embargo, conlleva “riesgos potenciales para nuestra sociedad, nuestra economía y nuestra seguridad nacional”, dijo. “En mi opinión, las empresas tecnológicas deben asegurarse de que sus productos sean seguros”, resumió Joe Biden. “Sin salvaguardas, vemos cuáles son las consecuencias para la salud mental y la autoimagen”.
Las redes sociales son acusadas regularmente de dañar la salud mental de sus usuarios más jóvenes, por ejemplo, llevándolos a compararse con las imágenes perfectas que inundan estas plataformas. El presidente demócrata volvió a pedir al Congreso que establezca "límites estrictos" en los datos personales recopilados por grupos tecnológicos y que prohíba la publicidad dirigida a niños.
Las empresas estadounidenses están a la vanguardia de la floreciente industria de la IA. A fines de marzo, Elon Musk y cientos de expertos mundiales pidieron una pausa de seis meses en la investigación de inteligencia artificial. En una carta abierta, hablaron en particular de “grandes riesgos para la humanidad”.
