La primera Cumbre Africana sobre el Clima concluyó el miércoles (6 de septiembre) con la adopción de una "Declaración de Nairobi", destinada a aprovechar el potencial del continente para el crecimiento verde, anunció William Ruto, presidente de Kenia, anfitrión de esta reunión. "Esta declaración servirá de base para la posición común de África en el proceso global sobre el cambio climático hasta la COP28 y más allá", afirman los firmantes de este texto, consultados por la AFP.
La cumbre de Nairobi inició cuatro meses de reuniones internacionales que abordarán cuestiones climáticas, que culminarán con la conferencia de la ONU sobre el clima (COP28) en Dubai a finales de noviembre, donde se espera una acalorada batalla por el fin de los combustibles fósiles. En su declaración final, los países africanos piden en particular a la comunidad internacional que ayude a “aumentar la capacidad de producción de energía renovable de África de 56 gigavatios en 2022 a al menos 300 gigavatios de aquí a 2030 (...) para combatir la pobreza energética y fortalecer el suministro mundial de energía limpia y energía rentable.
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También proponen establecer “una nueva arquitectura financiera adaptada a las necesidades de África, incluida la reestructuración y el alivio de la deuda”, cuya carga pesa pesadamente sobre sus economías. También piden a los líderes mundiales que "acepten la propuesta de un régimen de impuesto al carbono, incluido un impuesto al carbono sobre el comercio de combustibles fósiles, el transporte marítimo y la aviación, que también puede incrementarse mediante un impuesto global sobre las transacciones financieras". Durante la reunión de tres días en la capital de Kenia, se prometieron 23 mil millones de dólares en inversiones en energía renovable, dijo el presidente Ruto, incluidos 4,5 mil millones de dólares en inversiones de los Emiratos Árabes Unidos.
